jueves, 14 de marzo de 2013

Taupo 2.0

En este tiempo que llevo lejos de casa conocí mucha gente. 

Gente que piensa distinto, gente que tiene hábitos diferentes, gente que tiene otros gustos... 

Lo bueno de viajar solo, es poder incorporar esa diversidad, salirte de "tu" mundo y convertirte es un ser (más) sociable y tolerante.

Soy de las que creen que el ser humano es un ser sociable por default y no le es posible vivir aislado.

La intensidad de los viajes hace que te encariñes con tus nuevos "amigos". Aquellos que por el corto/largo tiempo se convierten en tus compañeros de ruta...

De cualquier forma, para contradecirme en todo mi relato, en mi ronda por la Norte, me remití yo misma al encuentro fraterno... 

Y claro!! Cómo no voy a querer en mi recorrida visitar  a mi hermana del alma!!
Nada de nuevos amigos, de nuevas costumbre... Tan solo las virtudes y defectos de dos que nos conocimos alguna vez en la colonia del club!!




No hay comentarios:

Publicar un comentario