sábado, 30 de marzo de 2013

Hacia Asia


A punto caramelo. 
Nuevo diario de ruta para simplificar la comunicación.

¿Puntos itinerantes?
Singapur – Kuala Lumpur – Langkawi – Koh Lanta – Koh Phi Phi – Krabi – Koh Phanagan – Koh Tao – Bangkok – Chian Mai – Luang Prabang – Vang Vieng – Hanoi – Ha Long Bay – Hue – Hoi An – Mui Ne – Ho Chi Min City –  Phom Penh – Siem Reap – Auckland – Sydeney

Mezcla de sensaciones. Muchas. Intensas. Ansiedad. Susto. Intriga. Wow!!!

Ya me voy... Ya me fui...


Nueva Zelanda a partir de ahora es sinónimo de un sinfín de recuerdos.

De lugares y paisajes preciosos...
De caras, miradas pícaras y sonrisas cómplices...
De orden, las cosas pueden funcionar, si todos hacemos que funcionen...
De cuidado y respeto por el medio, y el ambiente...
De sabores kiwi, palabras kiwi y kiwis… kiwi fruit, kiwi people, kiwi dólar, kiwi bank.

Me dio más confianza en mí misma y, con y por ello, ser más sociable...
Me reafirmó que no somos ni más ni menos. Somos diferentes...
Me alejó de quienes más quiero y me hizo extrañarlos y valorarlos más...
Me dio la energía para empezar un camino…

To be continued...

La Reina del Pueblo


Entendido como pueblo de la reina, pero literalmente "reina del pueblo", Queenstown me despide de Nueva Zelanda con un hasta pronto.

Dueña de un paisaje particularmente similar a nuestra Patagonia, pero no llegando a ser tan hermosa como nuestra Villa La Angostura, las colinas amontañadas a orillas del lago me dejaron sin aliento una mañana otoñal, al querer divisarla desde una panorámica.

Cuidad totalmente turística: deportes extremos y lago, montaña y cielo para provocarlos; jóvenes sedientos de cerveza y varios bares para complacerlos.

Llegamos una mañana luego de recorrer unos cien km desde Wanaka, dos argentinos y una francesa. Recorrimos, observamos, averiguamos. Aprovechamos la cena y cerveza gratis, y conocimos su noche. Tuvimos una baja, y quedo sólo el plantel latino. Sumamos uno más. Subimos la montaña, esquivamos los mountain bikers (de todas las edades), y admiramos toda la cuidad. Seguimos caminando, y descansamos en la playita. Despertamos, y conocimos Arrowtown, en los colores otoñales.

Y pasé del plural al singular. Y seguí… tenía que despedirme de NZ

Pase tres días, a sol radiante, contemplando y caminando el paisaje, y despidiéndome hasta la próxima.

jueves, 28 de marzo de 2013

Hecha en Latinoamérica. Hecha en Argentina


Los Latinos no tenemos nada que envidiarle a nadie, ni Europa, ni Asia, ni Oceanía. 
Incluso, tenemos otros ingredientes que nos hacen más sabrosos.
Tenemos tanto o más por qué ser orgullosos de nosotros mismos. Estamos curtidos.

Los colores de nuestros otoños y las floreadas primaveras.La alegría sin freno de estar entre amigos. Sonrisas excedidas por compartir. La música alegre.Los dulces bien dulces y los picantes bien calientes.

Tenemos mucho que aprender y mejorar todavía. Somos unos jovencitos, pero no unos niños. Jovencitos que tropezamos varias veces con la misma piedra, pero que debemos aprender de nuestras piedras, y de las piedras de los adultos. Ser joven no es ser ni más ni menos… es estar en el camino. 

De tanta gente que conocí en la vuelta, muchos argentinos, reacios de serlo, no quieren volver.

Yo sí.

Y vuelvo no solo porque extraño a mi gente. Vuelvo porque me gusta mi país y me gustan sus costumbres. Tengo muchas cosas por las cuales estar orgullosa, y tengo muchas otras que a veces me causan vergüenza, pero quien quiera cambiarlas y mejorarlas, tiene que hacerlo in situ, sino no cambian. Cambiar es involucrarse. Yo elijo involucrarme porque quiero estar más orgullosa.

Cambian las cosas…

Estando en medio del caos de la ciudad de Buenos Aires quería evadirlo huyendo a otro sitio. Realmente es un caos. Y realmente es una lindísima cuidad. Estando en medio de la infinita tranquilidad y quietud de los pueblitos y ciudades neozelandesas, extraño el empuje y la vibra que tiene el monstruo platense, que nunca duerme. ¿Seré una inconforme?

Veremos qué pasa a mi regreso… buscaré el equilibrio (como toda buena economista! je)

Wanaka


A pesar de un poco de mal humor por el hermoso día pegajoso, lluvioso, molesto y gris que me tocó, me subí al bus esperando que el próximo destino sea un poco más simpático. 

El viaje, igual de hermoso…

Ya los montes súper tupidos, con tanta vegetación plantada, tan de escenario de obra de teatro de escuela primaria me aburrían…

Las dudas de si parar en Wanaka o seguir derecho a Queenstown aparecieron. Que voy a hacer sola? Y si sigue lloviendo? Cuántos días me voy a aguantar encerrada en un backpacker? Y si hace frío? Cuánta estupidez!!! Si los planes cambian rotundamente de un momento a otro en NZ, por qué no lo va a hacer el clima?

Wanaka me regalo uno de los atardeceres más espectaculares que vi. Una mezcla de lago sureño con montañitas norteñas. Un buen mix de nuestra hermosa tierra. Ni tan, ni muy. Ni tan hermoso lago como el Nahuel Huapí, ni tan hermosas montañas como las de Purmamarca. Pero con un cielo anaranjado inigualable, con un sol que tímidamente, luego de ahuyentar la lluvia pretende descansar, enamorando al lago con una cálida caricia.
Buenos Aires… la palabra mágica para que otro porteño se acerque a conversar del YO ME MI CONMIGO. Claro!! Somos argentos… YYYYY?? Así, de casualidad, conocí a un argentino, que vino a visitar a una chilena, con una francesa. Y con quienes luego de un día de caminatas, arquería y disfrute del pequeño pueblo de Wanaka, emprenderemos la ruta a la cuidad de la reina…






El Glaciar Fox


El comienzo del final? Existe un final?

Arranque la última recorrida por la Isla Sur… Lamentablemente, no voy a poder recorrer tantos lugares como me gustaría, pero mejor así… Siempre que haya una asignatura pendiente, implica un reencuentro, y eso es una buena noticia. Reencontrarme en algún momento con esta tierra que tantas alegrías me dio los últimos cuatro meses… Sí!! Ya van cuatro!

Primer destino, Fox Glacier… Diez horas de viaje incomoda a cualquiera. No a mí. Dentro de las cosas que aprendí en este tiempo, es el disfrutar cada momento y detalle. Conmigo misma, con la gente que me rodea, con  este hermoso planeta. Música, fotos, lluvia, sueño, fotos, música, y más lluvia.

Es difícil disfrutar cuando uno pretende recorrer de la forma más barata un glaciar en el medio de la nada y con lluvia… De la nada literal, porque el minúsculo pueblo tiene 2 cuadras. Eso es todo. Pero difícil no es sinónimo de imposible. En otro momento me hubiese quedado en la habitación dejando que a lluvia pasara… tan solo contemplándola. 

Esta vez, me decidí no solo contemplarla, sino también disfrutarla. Venga!! Estoy acá, como una lluviecita va a impedirme ir caminando a admirar el glaciar!! Claro que con compañía es más corto el camino. Aunque unos niños,  dos canadienses y un norteamericano nos acompañamos la mañana pegajosa en el track, y nos ahorramos unos cuantos cientos de dólares.

Claro, la visibilidad cero, un glaciar allá a lo lejos entre dos montañas bien grises… nada del otro mundo. Nuestro Perito Moreno tiene mucho más que ofrecer, incluso con lluvia!!

Wow! Otra asignatura pendiente!! Cuántas tendré!?



Don Parque Nacional


Don Abel es, a mi parecer, uno de los parques nacionales más lindos que tiene NZ. Y eso que hay para elegir!

Cuando los lazos que se generan son sinceros y desinteresados, es cuando cierta luz se desprende, y la magia aparece… Así Nani y Mike nos buscaron, Mery y yo los buscamos a ellos. Así, trabajamos en varias oportunidades “de más” sólo por brindarles esa mano que una pareja de jóvenes brasilera y kiwi necesitan para sacar adelante un hostel a 5 meses de adquirido. Así, nos agradecieron con un pequeño gigante gesto: un Trip por Abel Tasman National Park. Y bueno, después vinieron los chocolates!!

Pisando las costas del estrecho de Cook, en una combinación de azul profundo y cálido dorado, las playas de los 52 km del Abel tienen para ofrecer una encantadora vista, un varias especies animales con quien compartir. Los track, hacia adentro del parque, ni más ni menos que otros track, te regalan el aire fresco que te regenera para seguir caminando.

Tomamos el bus desde Nelson bien temprano, antes de que amaneciera… Medio dormidas, llegamos a Mathauri, desde donde partió nuestro Aquataxi, el cual, luego de 45 min de frescor madruguero nos dejó en Anchorena… donde arrancar… Caminamos una hora, y playa. Torrent  Bay. Encallamos en la playa cual morsas… sol, arena y mar, era todo lo que queríamos. Almuerzo y track… 12 kilómetros de andar. Se hace camino al andar.

Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar!




Rommies


Me lo robo del poeta:

Mery: mate de calabaza ancha con un contenido ordenado en forma escalonada desde la boca hasta la base (también llamado montañita de reserva) de yerba despalillada, convenientemente cebada con agua y cuyo consumo, siempre desmedido, provoca apego, compañía, cariño, . . . y así.

Martina: diccionario políglota, donde cada palabra viene acompañada de muchas más, y una sonrisa cómplice que te invita a seguir conversando y cuya chala, siempre desmedida, provoca apego, compañía, cariño, . . . y así.

Ya las extraño!


Sunny Nelson


Mi nueva casa, solo un mes.

La temprana mañana del último día de febrero, con Mery, mi nueva compañera de ruta, tomamos el ferry rumbo a la Isla Sur. Nuestro preciado destino, ya que ambas estábamos con ganas de conocer y vivir aquí.

Un cruce exquisito, por los sounds que van abrazando e invitando al “Elaida” a entrar a Picton. Una mañana brillante.



Nelson, una pintorezca cuidad con el mejor clima del país, nos recibió amigable. Nos recogió entre sus callecitas repletas de flores, y algo despobladas.

La suerte hizo que luego de buscar algunos alojamientos donde vivir y trabajar nos encontremos con el Príncipe Alberto. No se bien si fue la suerte, o es que nos buscábamos mutuamente.

Nani y Mike, los jóvenes dueños de Prince Albert estaban ansiosos por encontrar otros wwoffers, y Mery y yo, ansiosas por trabajar por acomodación. Y medio de casualidad, mientras yo hacía una prueba en una hostel de medio pelo para trabajar ambas, Mery decidió entrar a preguntar en este precioso hostel, encontrándolo perdida en su ruta a la corte de justicia.

Como las casualidades no existen, y las cosas pasan porque así tienen que ser, nos encontramos each other!! Y vivimos. Y trabajamos. Y disfrutamos. Y compartimos.



Conocimos en el camino a una italiana encantadora, con quien compartimos el cuarto y varias charlas en varios idiomas.



Entre tanto, busqué, aunque no arduamente, y no encontré trabajo. En la pintoresca cuidad al parecer buscan gente que trabaje prolongadamente, y yo no lo iba a hacer… así que… qué más da? En vez de gastar dinero en Nueva Zelanda sin trabajo, por qué no gastarlo en Asia!!!

Y así fue, como me decidí a viajar (sola) a la tierra prometida, el próximo domingo de pascua! Será un renacer?

jueves, 14 de marzo de 2013

I Love Wellington

A ver... ya es sabido que acá los planes cambian cada dos minutos, pero que los planes hayan sido estar dos o tres días, y ello se tornara en diez... ¿les dice algo?

Wellington, la ventosa capital de Nueva Zelanda me encantó. 
Y me extraña decir esto, porque en otro momento le hubiese escapado a la cuidad.

No se bien si fue su waterfront, lo relajada que estaba, o la hermosa compañía que tuve.

Caminar, charlar, comer, charlar, reír, charlar, dormir, charlar...

Un jardín botánico enorme.


Un museo interesante.


Un monte cautivante.


La rambla que te invita unos mates.


Y una compañía extrañable.



Si tuviese que elegir una cuidad para vivir, sin duda Wellington estaría en el Top 5...

Taupo 2.0

En este tiempo que llevo lejos de casa conocí mucha gente. 

Gente que piensa distinto, gente que tiene hábitos diferentes, gente que tiene otros gustos... 

Lo bueno de viajar solo, es poder incorporar esa diversidad, salirte de "tu" mundo y convertirte es un ser (más) sociable y tolerante.

Soy de las que creen que el ser humano es un ser sociable por default y no le es posible vivir aislado.

La intensidad de los viajes hace que te encariñes con tus nuevos "amigos". Aquellos que por el corto/largo tiempo se convierten en tus compañeros de ruta...

De cualquier forma, para contradecirme en todo mi relato, en mi ronda por la Norte, me remití yo misma al encuentro fraterno... 

Y claro!! Cómo no voy a querer en mi recorrida visitar  a mi hermana del alma!!
Nada de nuevos amigos, de nuevas costumbre... Tan solo las virtudes y defectos de dos que nos conocimos alguna vez en la colonia del club!!




miércoles, 13 de marzo de 2013

Smelly Rotorua

La geología nos cuenta algo así como que allí donde dos placas de chocas, miles que fenómenos locos suceden!!
Yo no se bien si sobre (o más bien, bajo) Nueva Zelanda se chocas, se separan, se unen o qué, pero los fenómenos están!!

Rotorua, una cuidad en medio de la Isla Norte es la clara expresión de que este planeta respira y traspira: vive!!

Fumarolas humeantes, Géisers hervientes  Lagos verdes, Lagunas amarillas, Piedras Rojas, Aguas blancas, cráteres de lodo... y un olor espantoso!!! Todo eso es Rotorua.
ncreíble es sentir la vida de este pequeño planeta. Como se mueve y transforma. Cómo hierve por dentro!!
Cómo se suceden todas aquellas ¿soluciones? químicas, y explota en miles de formas y colores.... Tantos, como minerales se encuentran en la tierra, el agua y el aire.

Fui a visitar esta zona activa geotermal, el Wai-O-Tapu (Agua Sagrada) y quedé maravillada.



Verde

Cráter del Infierno

!

Amarillo

Blanco

Turquesa

La paleta del artista


Colores Primarios







En los parques de la cuidad también se encuentran ciertas fumarolas y mud pools (piletas de lodo).


Qué loco vivir pensando que debajo de tu casa hay todo un mundo a punto de explotar!! Y qué asqueroso es vivir en una cuidad que huele siempre a huevo podrido (por ser femenina y no decir que huele a pedo!!)




Hete aquí, que no sólo el mundo subterráneo vive. Arriba está la movida Maorí mas importante del país (punto a favor). O el circo, porque está plantado para el turista!! (Punto en contra).
¿Qué me sucedió con ello? 
Me encanta que se de a conocer la cultura Maorí, que en mi criterio son los verdaderos neocelandeces, pero me resulta chocante que sea en "cena shows" para toda la familia...
Me quedo con el Hangi que probé en el Waitangi Day, y los Haka que también ví por allá...
Dato: La mayor cantidad de Maoríes están en Northlands (el norte de la isla Norte... donde está mi querida Paihia, y Waitangi).

Conocí un mundo nuevo de colores. Vibra. Me encantó.

martes, 12 de marzo de 2013

El monte

Pasé por Waiheke Island... ese lugar enigmático, que me dejó una extraña sensación...
Por alguna razón, pasé de largo Coromandel. Creo que fue una mala decisión  porque no hay quien no diga que es un lugar hermosísimo!! 
Pero como los planes acá cambian de momento a otro, quién sabe!?

Este apartado, está dedicando, entonces, al bellísimo monte!!!

Mount Maunganui...




La cultura maorí, riquísima en historias  leyendas, cuenta que "Mauao" fue una vez una montaña sin nombre que se alzaba hacia el interior de la Isla Norte. Cuenta también que Mauao se enamoró de un monte cercano llamado "Puwhenua". Al no ser correspondido, Mauao quedó tan disgustado que llamó a sus amigos para que lo ayudaran en la oscuridad de la noche a ahogarse en el "Te Moananui-a-Kiwa" (Océano Pacífico), arrastrándolo hacia la costa. Llegó hasta el extremo de una península, pero en aquel momento salió el sol.

Sus amigos, que eran criaturas de la noche, se vieron obligados a huir de vuelta a la selva, dejándolo varado allí para siempre.
Así es, también, como nombre Mauao surgió: significa "arrebatado por la mañana".


Rodeado por mar hacia donde mires, el monte, pintorezco en la punta misma de la península, se permite re-correr de arriba a abajo, rodeando la base  subiendo a la cima.

Esta es la zona donde en abril y mayo se llena de latinos en busca de las orchards... traducido, en esta región se cosechan (picking) y empacan (packing) los famosos kiwis!!!
No se dónde estaban todos esos latinos de los que siempre hablan. Yo no vi ni a uno...  

Descansé dos noches allí... soledad plena.



Nadie en las calles. Nadie en la playa. Pocos en el hostel. Algunos corriendo o caminando por el monte. Y yo.

Soledad. Crisis existencial. Mi amor. Soledad. 

Continuamos...

lunes, 4 de marzo de 2013

Let it be


Todo tiene un final. Nada es para siempre. Y por ello llegó el momento de decirle adiós a mi hogar por los últimos 2 meses.


Ya me estaba picando el bichito de salir a conocer, a pesar de mi comodidad de Paihia. Salir de este sitio de “confort” en donde uno conoce y sabe manejarse, y salir a descubrir lo nuevo, lo extraño y dudoso. Pero ese mismo terreno donde la incertidumbre te llena de la adrenalina necesaria para descubrir, conocer, dejarte sorprender. 



"Dejarte sorprender", lo mejor que te regala el viajar... Sin relojes que limiten tiempos, sin lugares que te aten, sin personajes que te cuestionen, pero con personas que te enriquezcan, en tantos sentidos,,,

Terminado el Waitangi Day, y habiendo anticipado a mis trabajos que me iba, emprendí el arte del hichiking, o del dedo!! Que mejor forma de emprender un viaje improvisado por la Isla Norte, que arrancar esperando en la ruta que un alma caritativamente simpática te levante. La suerte que hubieron 3 de estas almas y poco tiempo para el arte.

Mochila al hombro, me llevo de Paihia sonrisas compartidas y miradas cautivantes. Muchas historias, y otras tantas imágenes guardadas en mi retina.


El día de la '¿independencia?


El 6 de febrero de 1840, donde era la residencia del gobernador inglés James Busby en Waitangi, se firmó un tratado de paz, entre los Jefes Maorí y los representantes del gobierno de la Reina Victoria. Tratado que recorrió el país, y fue adherido con sus firmas por otros jefes Maorí.

Dado que los ingleses no pudieron conquistar por la fuerza esta tierra (los Maoríes eran más fuertes físicamente), llegaron a un acuerdo. Claro está, que cada grupo lo interpretó a piacere. 

Los Maoríes entendían al tratado como un acuerdo en donde los ingleses reconocían que NZ era tierra maorí, pero que gentilmente los maoríes invitaban a compartir, respetando su tierra y tradiciones.

¿Qué creen que interpretaron los ingleses? Por supuesto, que habían conquistado NZ y los Maoríes

Hoy, en Waitangi, la Treaty House, es un museo dónde se exhibe una copia del tratado, y donde se festeja año a año este acontecimiento.

Tuve la suerte de estar allí el último 6 de febrero.

Completamente, una fiesta Maorí. Me dio la sensación que para los “Kiwi” (que vienen a ser los neocelandeces descendientes de ingleses) no representa nada, más que un feriado. 

Traté de hacer una analogía en mi cabeza, y ¿vendría a ser un 25 de Mayo para nosotros?  

No sé. Todavía estoy tratando de hacer la analogía y entender por qué para los kiwi no representa lo que para los maorí. Pero… ¿no es que son todos Neocelandeces? Evidentemente, si bien están muy integrados a la sociedad (no así nuestros pueblos originarios) hay un cierto recelo.

Lo que sé es que fue un hermoso día donde pude compartir toda la cultura Maorí en el seno del acuerdo. Comidas típicas, danzas, cantos, gritos, saludos. 

Afortunadamente, probé el Hangi, la comida típica Maorí, que se cocina debajo de la tierra. Es algo así como el curanto. Choclo, Papa, Batata, un mix de carnes… Muy sabroso!!!





Tuve más suerte, y escuché unas hermosas canciones a cargo de las mujeres y ví toda la energía masculina concentrada en su grito de guerra, el Haka. Quedé completamente asombrada con el sentimiento que le ponen a todo esto,  energía, y la pasión. 



“Ngatokimata whaorua”, canoas de guerra gigantes (de 35 mts) construidas con 2 troncos gigantes de Kauri, con las que vinieron de la polinesia y descubrieron esta nueva tierra tantos años atrás, y sus gritos de guerra…







Un día muy especial. Enriquecedor. Compartiendo culturas.



El fin... o el comienzo!


Uno de los viajecitos que desde que llegué a Northlands quería hacer...  
Aquel lugar, donde las aguas calmas del Océano Pacífico se encuentran con el agitado mar de Tasmania.
La magia que la naturaleza nos regala, la sensación de sentirse en el fin del mundo, donde la buena  energía te rodea y contiene.



Las aguas se descubren y danzan juntas, se reconocen.
Se tocan, pero no se mezclan. Son uno y otra.

Según la cultura Maorí, en “Te Rerenga-Wairua” (Cape Reinga) en dónde se encuentran “Te Moana Tapokopoko a Tawhaki”, las turbulentas aguas masculinas del mar de Tasmania, con “Te Tai o Whitirela” las calmas y femeninas aguas del Océano Pacífico. Los remolinos donde las corrientes que se chocan son como aquellos que danzan para despertar a la "waka" (canoa). Ello representa la conjunción del hombre y la mujer, y la creación de la vida.
En la punta norte de la península de Aupouri, exactamente a los 34°25.7' de latitud sur y 172° 40.6' de longitud este, llegamos al fin (o el comienzo) de NZ.



Inmensidad. Paz. Energía. Pequeñez.