El Gran Palacio en Bangkok me deslumbro!! No se sí fue porque era el primero que visitaba, o por lo enorme que es, o por la variedad de templos que hay allí, pero realmente me dejo con la boca abierta.
Tanta es la cultura budista que no conozco, tanta simbología y arte.
Empezamos la mañana con Bian y Viki yendo a comprar nuestros boletos rumbo al norte de Tailandia. Almuerzo y ratoncito mediante, visitamos el primer templo, ni idea el nombre.
Lo más interesante de ello fue que esta visita la estábamos haciendo en medio del Songkram. El songkram no es sólo la fiesta de agua, es el año nuevo budista, y para los religiosos, es una fiesta importante. Así qué el templo contaba in bastante gente, rezando, agradeciendo, adorando, pidiendo, o como nosotras, visitando y conociendo.
Mi primer movimiento cuando llego a un templo es el de observar y admirar. Conocer lo nuevo y lo distinto. Luego, cuando tomo la camara, me siento algo invasora. Invasora del momento sagrado del devoto y su Buda.
Llegamos a este templo, donde un monje estava bendiciendo a un pequeño grupo de personas con agua bendita cual llovizna sobre las cabezas y poniendoles una pulserita blanca de hilo en sus muñecas deseando buena suerte... Claro, esta, mi interpretación catolizandolo desde lo que se...
Y Viki se acercó para ser parte. Y yo, temerosa más que insavisa, me mantenía expectante...
Hasta qué el monje que estaba bendiciendo a Viki me invito con poco inglés pero con un cálido gesto de acércate, no seas tímida. Nos bendijo a ambas, y nos coloco la pulserita de la buena suerte, que nos acompaña todo el camino...
Y continuamos al Gran Palacio, con su Buda Esmeralda y sus tantos budas en todas las posiciones... Y nos asombramos con la casa de gobierno.
Y nos fuimos a otro templo más, a admirar al Buda acostado... Enormemente acostado!!
Tanto Buda para conocer. Tantos estadios de este personaje que estoy conociendo.
Conocí la otra cara de Bangkok.