Llegó la cuidad y el momento de instalarme...
Difícil, pero decidí hacerme a un lado de mi gran amiga, y buscar nuevas oportunidades y nuevos amigos un poco más al norte, frente al mar. Oportunidades. Mi camino.
Paihia me recibió con los brazos abiertos, un hostel con varios latinos con la mejor onda, y otros europeos con la misma onda!!! Compartir parte del día y la habitación con argentinos, hace que uno se sienta no tan lejos...
El pueblito es pequeño, pero precioso. Sus 5 cuadras de centro reúne restaurantes y negocios de "chucherías" turísticas, un pequeño puerto para tomar ferry a las islas y nadar con los delfines, y por supuesto, como en todos lados en NZ, la bilbioteca!!
Hice una caminata de 2 horas a unas cataratas, las Haruru Falls. Los tracks son muy lindos, te conectas directamente con la naturaleza, sus olores y sonidos. Amo escuchar los cientos de pájaros que creo me rodean, el ruido del río y las cataratas, el mar. La noche te invita a mirar las estrellas reposado en la playa.
Unas noches atrás anduvimos en kayak. Con algo de miedo. Durante el día anduvo dando unas vueltas cerca de la costa un tiburón!!! Wow!! Nunca creí que había tiburones por acá!!
No mucho más, pero tanto!!!
hola!
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