martes, 29 de enero de 2013

De aquí y allá

De Argentina, a Nueva Zelanda.
De los pasillos del Ministerio de Educación, a la cocina de Frank's.
De los simuladores salariales, a las pizzas caseras.
De la preocupación por no errar en algunos millones, a no errar en los ingredientes.
De las horas usando la cabeza, a las horas usando el cuerpo.
Del dolor de cabeza, a los cortes en (todos) los dedos.
Del vestidito con chatitas a la joggineta con zapatillas.
De la mañana a la noche.

Todo cambia de un momento a otro.


Nadie sabe quién es Frank, pero yo lo descubrí!!

Imaginaba que era más divertido generar un producto que un servicio. 
Muchas veces me dije, quiero trabajar en algo que pueda ver el resultado en "algo" (dígase una cosa).
Ni tan lejos, el cambio se produjo bastante rapidito en una combinación de producción de bienes y servicios. Y si, multiuso, el fruto de mi trabajo no son solo "bienes" como pizzas, sino "servicios" como la limpieza.

Aprender de una (genia) maorí. 

Conversar, practicar el idioma y reír con un kiwi. 

Conversar, practicar el otro idioma y conspirar con un italiano y criticar a los dueños!! - aclarando que son de aquellas personas que no se les cae una sonrisa ni por casualidad - 

Sonreír siempre, clave de la hospitlity.

Bailar y cantar mientras cocinas.

Conocer constantemente gente, charlar con ella, tomar el pedido, no entender que dicen, pero reírte con ellos y seguir igual!!

Compartir el "great working team" con un viejito de ochentitantos con mas energía que algunos de veintipocos.


Tenia que poner la foto de Freddy!!

Menos mal que de un ministerio o de una cocina, lo que a uno le queda es la gente!!

La contracara

No todo es rutina. 
Cada tanto, la improvisación me sorprende, para dar lugar a la diversión, esos momento que marcan la diferencia, y dejan en saldo positivo el hábito.

Mañanas deportivas, respirando aire de mar, fresco y sereno.

Delfines juguetones, amigables, saltarines, nadadores. Increíbles.
Creo que uno de los deseos de pequeña era nadar con la delfina Flopi, de Mundo Marino. 

Cama elástica, aniñada, voladora, maeleable.

Viajes cortos, caminos largos, y dos patas intrigadas.

Y una hoja siempre en blanco, esperándome.

Dos Meses

El tiempo pasa volando. Pasa y no espera. Pasa y mientras que uno se habitúa al nuevo ritmo de la vida, el tiempo se escurre entre las manos.

Parece mentira que hace un poquito más de dos meses cruzaba las puertas de Ezeiza para emprender una pequeña y gran aventura.

Hace tiempo que no escribo. Tiempo que dedique en habituarme a la vida de working holiday, durante el cual me fui instalando y "achanchando". 

Desayunar, trabajar por la acomodación. 
Almorzar, trabajar por la manutención del bronceado, entre otros.
Merendar, trabajar por los próximos destinos a conocer.
Cenar, y no trabajar!!

Así pasan los días, y los animales de costumbres nos vamos poniendo cómodos, muy cómodos en nuestras rutinas, que al ser rutinas, se vuelve aburridas al (muy) poco tiempo.
La contradicción de la comodidad del hábito y su fastidio.

Me aburrí, me cansé de la rutina. Me llegó la hora de volver a conocer, de dejarme llevar por nuevos vientos que encuentren otros rumbos. Puede que me depositen en nuevos destinos rutinarios. Esperemos que la magia de la espontaneidad me siga acompañando.